¿Cómo montar una abrazadera de cinta universal?
Las abrazaderas de cinta universal de Damesa están diseñadas para ofrecer una instalación rápida además de una sujeción resistente.
Las abrazaderas de cinta universal de Damesa están diseñadas para ofrecer una instalación rápida además de una sujeción resistente. Se trata de cinta de acero inoxidable con diferentes anchos y espesores presentada en rollos de 30 m o 50 m y su cierre se realiza con una hebilla que asegura la aplicación. Se puede adaptar el diámetro a la aplicación deseada. Para que la aplicación resulte todavía más sencilla, hemos resumido su montaje en estos seis pasos básicos:
Primero se debe colocar la hebilla en la cinta como se puede ver en la primera imagen. Posteriormente hay que pasar la cinta alrededor del tubo dando una vuelta completa e introduciendo el extremo inicial aproximadamente unos 2 o 3 centímetros para doblarlo por debajo de la hebilla.
Si el montaje es pesado es recomendable pasar dos vueltas alrededor del tubo como se observa en la segunda imagen.
A continuación se presiona la pinza de sujeción y se coloca la cinta en la abertura del tensor cortador DAMESA MRA-260. Se ajusta hasta la hebilla asegurando que queda la cinta sujeta mediante la pinza. Después se acciona el volante del cortador para tensar la cinta como se puede observar en la tercera imagen.
La tensión máxima se alcanza cuando la cinta no avanza a través de la hebilla. Una vez se ha alcanzado el apriete máximo se procede a doblar la cinta desplazando hacia adelante el tensor-cortador. Aún con la cinta sujeta, al mismo tiempo se afloja ½ vuelta la tensión para evitar la rotura de la cinta al doblar.
Posteriormente, y como se puede observar en la cuarta foto, se procede a cortar la cinta accionando la palanca de corte del tensor-cortador. Finalmente el trozo que ha quedado doblado deberá colocarse entre las patas de la hebilla.
Por último, como se muestra en la quinta y sexta fotografía, se debe mantener la cinta plana para golpear con un martillo el puente de la hebilla, para dejarla lo más plana posible y cerrar las patas de la hebilla con el martillo.